El fin se acerca, chavalada. Pandemias letales, erupciones volcánicas, terremotos y — ahora perros robots cazadores de humanos como los de Black Mirror. Sin dardos letales, por ahora, pero ya queda menos con el lanzamiento del Unitree A1, un clon del Boston Dynamics Spot Mini que puedes comprar a un precio de risa.
Aunque Boston Dynamics no da precios por el Spot Mini y sólo se puede comprar desde compañías que tengan un proyecto para usarlo, pero se rumorea que cuesta unos $22.000 por unidad. Pero el A1 de la compañía china Unitree Robotics tiene un precio por debajo de los $10.000.
En comparación es de saldo—- un precio tremendamente bajo que lo acerca mucho al uso cotidiano por empresas pequeñas y que anticipa un futuro cercano en el que te puedas comprar un perro robot como el que se compra ahora una PlayStation o un dron volador. Y también del punto en que cualquier estado u organización militarice medio millón como fuerza de control o ataque. Ya que estamos, no nos vamos a quedar en tonterías como salir a correr con él mientras te sujeta el Gatorade.
Las características técnicas del Unitree A1
Y no, el Unitree A1 no es una clon barato del Spot Mini. Es un bicho de medio metro de largo por 30 centímetros de ancho y 40 centímetros de altura a cuatro patas que viene cargado de prestaciones. Como el Spot Mini, es también totalmente independiente aunque puedes controlarlo remotamente de forma opcional.
Aunque pesa 12 kilogramos, tiene una capacidad de carga adicional de 5 kilogramos (suficiente para cargarle con un brazo robot, llevar paquetes... o meterle el módulo de armas letales que alguien seguro que va a desarrollar. Y lo hace todo con una autonomía de 1 a 2,5 horas corriendo a toda máquina.
El perro robot tiene sensores en los pies para poder sentir el tipo de terreno sobre el que anda y optimizar su forma de andar. Cada pata se mueve gracias a cuatro motors eléctricos con un torque en la articulación de 22.5nm y una velocidad de giro de 21 rad/segundo. Eso le da la potencia suficiente para poder saltar obstáculos o incluso dar saltos mortales como el que podéis ver abajo.
El robot tiene dos cerebros con dos sistemas operativos en tiempo real que controlan sus movimientos y su visión del mundo, gracias a un sensor LiDAR que usa rayos infrarrojos para capturar el entorno en 3D y detectar personas o cualquier otro objeto a un rango máximo de 10 metros. Las cámaras incorporadas son Full HD — 1080p. Eso le da la capacidad de seguir a una persona de forma inteligente y no perderle el rastro, según dice la compañía.
A nivel de conectividad, soporta Wi-Fi, dos puertos HDMI (porque quizás quieras ponerle una tele que lleve tu careto a cualquier parte), dos puertos Ethernet, y cuatro puertos USB-C.
Como el Spot Mini, el Unitree A1 se balancea automáticamente mientras anda y corre para no caerse, pudiéndose recuperar en cualquier momento. Su velocidad máxima es de 11,88km/h — algo que no está cerca de los 45km/h a los que puede correr en sprint un ser humano, pero que es igual de rápido que lo que puedo correr yo y la mayor parte de la humanidad durante a partir de 10 segundos de sprint. Y además el robot no se cansa, con una capacidad máxima de 2.5 horas de operación.
El robot también puede seguir humanos mientras sortea obstáculos en movimiento y realiza mapas en 3D en tiempo real.
En otras palabras, en 10 años daros todos por muertos, gente.
Y para los que penséis que esto es una copia barata del Spot Mini para el AliExpress, debéis saber que Unitree lleva desarrollando robots durante un largo tiempo. Obviamente “inspirada“ por Boston Dynamics, pero sus productos parece que tienen la suficiente solidez para que siga vendiendo. La versión anterior del perro robot fue el Unitree Laikago, que tiene un precio de $45.000 para desarrolladores y es más grande que el Unitree A1.
En fin, que ahí os dejo con el vídeo. Luego os veis el episodio del perro cazador de Black Mirror y haced cuentas.
La compañía china lo tiene ya disponible aquí. Ya me contaréis si lo pedís alguno. Y gracias por colaborar en el fin de la humanidad, que ya nos venía tocando.
